sábado, 12 de febrero de 2011

(La sensación de escribir)

* Parte 2

La caligrafía requiere de un proceso paciente de trabajo, reglas definidas para establecer la forma basada en proporciones (ancho y alto de la letra), ancho del bastón (trazo) de la letra con relación a su tamaño, inclinación, dirección, presión en el trazo sobre el soporte, adornos y trabajo hábil en el deslizamiento del plumín ya que los trazos deben ser firmes, precisos, sutiles y gráciles. Detalles que van a lograr así características comunes, generando en principio un sistema que se diferencia absolutamente de la escritura espontánea que es gestual, se hace casi sin detenerse a pensar como se ve, simplemente nos preocupamos en lo que se quiere decir con lo escrito, donde las letras, las palabras y las oraciones brotan instantáneas...

También las características de escritura y personalidad del autor, surgen de la escritura, las morfológicas estudiadas por Calígrafos (todos escribimos distinto) y las físico-psíquicas por Grafólogos (todos sentimos y padecemos distinto), ambos expertos en lo que comunica la letra y no en lo que dice el escrito. Más allá que para ello usemos un lápiz, bolígrafo, roller o una pluma fuente.

La Caligrafía es algo distinto, "una conjunción de lo humano sensible y la técnica racional, consensuando un equilibrio estético de las formas de los signos con aquello que nos comunica la escritura."

En ella se suman la función de la escritura, la forma de la escritura y la belleza estética del conjunto.

Rotring nos invita a descubrir "los secretos de la bella escritura" según reza el poster que trae plegado en el ArtPen Calligraphy Set.

Un producto para escritura, caligrafía y diseño que busca facilitar, mejorar e incrementar las posibilidades del trabajo profesional, dentro de un espacio tradicional, como es la caligrafía y el dibujo, el boceto. Llevando la tecnología a la mano de las personas sensibles y gustosas de detalles exquisitos, mejorando la función y, porqué no, la estética de los instrumentos utilizados en un campo ancestral.

Recuperando el valor de la caligrafía, ese nexo que limita la espontaneidad de la escritura, a la vez que exacerba las cualidades de lo escrito, en el diseño de un sistema de signos alfanuméricos y provee de calidez un texto. Cuando esto se torna más complejo para obtener con la tipografía. Ubiquémonos en el contexto de la mitad de los años '80 entre el apogeo de la informática atravesando todas las disciplinas, el campo del diseño en transición entre lo manual -artesanal- y el uso de la nueva tecnología y, además, los románticos por la escritura y los instrumentos tradicionales para generarla.

También, es época (en los '80), en el diseño visual de la incorporación de la caligrafía para humanizar el producto por lo general una resultante gráfica parte de un producto (ej. una etiqueta para un vino diferente) o el producto en sí mismo (un trabajo editorial). Hoy la tecnología informática puede reproducir prácticamente todo con absoluta precisión, pero lo artesanal lleva ese toque humano que se diferencia de la máquina. La perfección de lo humano tiene esa sensibilidad sutil casi imperceptible mientras la perfección de la fría máquina que reproduce tantas veces como sea aquello que se le solicita sin sufrir la mínima modificación.

Esta situación se ve reflejada en la misma pluma fuente.

La identidad visual de los productos cambia según los contextos sociales de la época y también según los criterios aplicados desde el diseño gráfico y las necesidades de comunicación visual de esa identidad y la imagen que se busca lograr en el receptor de ella.

Así vemos el resultado de la marca gráfica del modelo ArtPen que en su primera etapa utiliza una forma gráfica para identificarla más propia del uso de un pincel para trazar la forma directamente o de bocetarla y dibujarla usando varios instrumentos y complementos de éstos para lograr la forma final, en definitiva, como anuncia el folleto que las ofrece "Vivir la escritura..." y cuando volteamos la página la continuación de la frase nos indica ese valor agregado "Y el diseño." Basta ver el resultado gráfico para comprender lo expresado en palabras...

Más adelante, finalizando los años '80, a principio de los '90; su forma visual se modifica. Se logra una letra caligráfica propiamente, centrándose fuertemente en el trazo generado por las plumas fuente con plumín plano, como muestra la nueva forma.

Así se ve aplicada en el modelo ArtPen la forma gráfica.
1: Primera variante diseñada, pseudocaligráfica.
2: Nueva forma diseñada, caligráfica.
Los Set de ArtPen fueron varios.
rotring ArtPen Calligraphy Set, cód. 250291

Formado por las plumas con los plumines planos 1,1 - 1,5 - 1,9 y 2,3 mm. Además de una caja de cartuchos ArtPen Ink, más una piedra de Arkansas para asentar los plumines.

Todas estas plumas fuente se ofrecían en estuches individuales y en sus medidas también se encontraba la pluma de 2,7 mm.

Las plumas según ancho del trazo del plumín eran: 1,1 mm. cód. 250201 / 1,5 mm. cód. 250203 / 1,9 mm. cód. 250205 / 2,3 mm. cód. 250207 / 2,7 mm. cód. 250209

rotring ArtPen Lettering Set, cód. 250190


Conformado por las plumas con plumines redondeados de los siguientes trazos M, B, BB. Más 6 cartuchos ArtPen Ink.

También se podían adquirir en forma individual según el grosor de su plumín.
M: medium (mediano), cód. 250100 / B: Broad (grueso), cód. 250101 / BB: Broad Broad (doble grueso), cód. 250102
rotring ArtPen Setch Set, cód.250090
Compuesto por plumas con plumines EF, F y 6 cartuchos ArtPen Ink.


Estas plumas no solo servían para escritura sino que también eran aptas para realizar bocetos y dibujos, para ser usadas, sobre todo, por ilustradores, artistas plásticos, diseñadores, arquitectos que también eran de usar el resto de las plumas.

Como las plumas anteriores también se encontraban individualmente.
EF: Extra Fine (extra fina), cód. 250000 / F: Fine (fina), cód. 250001

(*) Segunda nota sobre ArtPen rotring.

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